La vida puede verse como una cadena de eventos y relaciones en la que cada persona que conocemos influye en nuestro camino, a veces de formas que no podemos prever. Una buena acción hacia alguien puede tener un efecto en cadena, devolviéndonos ayuda, amistad o apoyo en momentos inesperados.
La historia comenzó hace ya varios años (2020) cuando una seguidora me escribió para ver si le podía comprar (y recoger) unos muñecos para su hijo. Ella es de Bilbao y yo estaba en Madrid. Fue sencillo, si salvas el obstáculo, de que ella me hizo un bizum de 100 euros sin conocerme de nada.
Caso cerrado. Fin de la historia.
Pero la vida quería seguir desenrollando la madeja y poco después llegó otro favor. Necesitaba unas colchas de Ikea. No se podían pedir online (ella ya tenia varias) y necesitaba más para todas las camas. En Madrid había y allí estaba canela.
Si, y es que a esta seguidora se le había ocurrido la maravillosa idea de abrir una casita rural en Bakio.
Bakio" es un término en euskera que puede tener diferentes significados dependiendo del contexto. Sin embargo, una posible traducción de "bakio" es "su paz" o "su tranquilidad".
Soloa ;-), y por ese motivo necesitaba tantas colchas. Moví mis hilos y conseguí las que le faltaban pero…el envío salía caro por todo lo que pesaban.
"Soloa" es una palabra en euskera que puede tener diferentes significados dependiendo del contexto. Algunas posibles traducciones de "soloa" son:
*La soledad*: en este sentido, "soloa" se refiere a la condición de estar solo o sin compañía.
*El silencio*: en algunos contextos, "soloa" puede también referirse al silencio o la quietud.
Así que seguí tirando del hilo. Hablé con un amigo para ver si le podía llevar las colchas y a cambio podía disfrutar de un finde en este maravilloso lugar.
Siempre me recuerda lo bien que se lo pasaron y lo rico que estaba el desayuno.
Caso cerrado. Fin de otra historia.
Pero el hilo rojo quería seguir tejiéndose. Puntadas lentas y firmes.
Y se fueron cerrando más casos sencillos todas con finales de historias.
Y de improviso y de un día para otro fui a Bilbao a una charla. En un principio iba a ir en el día, pero tenía que conocer mi habitación en Bakio.
Bat, bi, hiru, lau es la mía desde ese día y para siempre.
Desde que entré ya me sentí como en casa y pude probar ese maravilloso desayuno. Conocer a su familia y conocer un trocito de España totalmente desconocido para mi. Las colchas seguían perfectas ;-) y la vajilla que Sarai tanto quería también (se la conseguí a muy buen precio) en otros de esos casos cerrados.
En una de las veces dejé de sorpresa en la habitación un tocadiscos. Espero que esté sonando cada vez que hay alguien en Lau.
Seguimos en contacto.
No cada mes pero si estamos “pendientes” la una de la otra. De hecho ella cerró sus redes “se pierde demasiado tiempo en vidas que no son la tuya”.
Hace una semana llegó una caja por sorpresa:
La importancia de las buenas acciones
Impacto positivo: Una buena acción puede ser el inicio de una cadena de favores que beneficien a muchas personas.
Reencuentros inesperados: Aunque no sepamos cuándo volveremos a cruzarnos con alguien, las buenas acciones crean vínculos que pueden manifestarse en el futuro.
Crecimiento personal: Actuar con bondad y generosidad también nos transforma y fortalece nuestras relaciones.
Hay que valorar cada encuentro y cada acción, recordándonos que nuestras vidas están entrelazadas y que, a través de la bondad y la conexión, podemos crear un mundo más unido y significativo.
Me encanta seguir sumando kms.
Quiero seguir haciendo kms.
Cuantos más… mejor.
Bárbara @unpocodecanela